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Apego y desapego

El apego es una dependencia emocional hacia una persona, cosa o situación. Este se da por naturalidad al nacer cuando somos incapaces de valernos por nosotros mismos y necesitamos los cuidados y amor de nuestros padres, especialmente de mamá que es la persona que nos alimenta y con la que el vinculo se ha dado desde antes del nacimiento.


A lo largo de la infancia nuestros padres nos cuidan, nos enseñan a caminar, a hablar, a comer y una infinidad de cosas que nos preparan en general para la vida que nos vamos a encontrar fuera del seno familiar. Sin embargo, llega un momento donde debemos dejar a los hijos experimentar, caerse, equivocarse y vivir sus propios triunfos, siempre con la supervisión adecuada. Esto con la finalidad de que al llegar a la edad adulta sean capaces de volar por si solos.

El apego puede convertirse en una dependencia y dejar de ser libres por el simple hecho de creer que esa persona o cosa es imprescindible y que todo ira mal si lo apartamos de nuestras vidas.

Ahora hablaremos del desapego y es la capacidad para desvincularse, no aferrarse, apreciar lo que tenemos, es amar de una forma más sana. Este nos traerá muchos nuevos aprendizajes de una forma más independiente.

En está ocasión nos centraremos en el desapego emocional entre personas. Por ejemplo llega un momento en la vida donde los hijos crecen y es momento de independizarse, puede ser un momento duro para los padres donde muchas veces los reproches no se hacen esperar para conseguir mantenerlos a su lado. O Viceversa los padres quieren ver volar a sus hijos y estos tomárselo a mal pensando que están siendo echados de casa.


También desvincularse de una relación de pareja o amistad tóxica cuesta trabajo porque se ha invertido mucho tiempo y dedicación en esa persona, perdiendo de vista los intereses propios, creyendo que sin ellos no somos nadie.


A veces, lo más difícil es salirse del lugar que uno siempre ha considerado que era el suyo, el establecido dentro de una dinámica familiar, de amistad o de pareja y para esto vamos a ver formas de trabajar el desapego. El proceso empieza mientras se comparte el hogar y por ende las demás serán más fáciles.



  • Aumentar la autonomía de los hijos. Esto hace que los padres cultiven su propia independencia. Cuando los hijos vean que los padres mantienen sus propios límites, aprenderán el valor de la autonomía.


  • Adaptarse al cambio. Hay que sobrevivir, el pasado es para recordar más no para mantenerse anclado. Todo problema nos va ayudar a crecer como personas y sí, nos puede doler, hacernos llorar, aceptarlo y seguir andando.


  • No tener miedo a la soledad. Si mantienes la individualidad, dedicas tiempo a ti mismo entonces si una relación termina, serás capaz de seguir con tu vida sin depender de la otra persona.

Puedo tener objetivos, puedo querer tener algo que ahora mismo todavía no tengo y forjar un camino para conseguirlo. Lo que no puedo es aferrarme a ese objetivo como si fuera indispensable para mi felicidad.


El desapego no significa abandono. Cuando no, nos aferremos a las cosas convirtiéndolas en el centro de nuestras vidas seremos más feliz y más libres, porque no genero una necesidad.



Mundo Unicornio es un lugar donde puedes ser tú mismo, divertirte y aprender muchas cosas.



Haydeé Acosta

Psicóloga en formación

Mamá embajadora de Mundo Unicornio



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