Las pesadillas
Las pesadillas son sueños perturbadores a consecuencia de la ansiedad, miedos, preocupaciones, estrés, problemas diversos en el trabajo, la muerte de un ser querido, entre muchos otros factores negativos. Pueden darse tanto en niños como en adultos y su etiología (causas) varía según el rango de edad.

Las pesadillas se caracterizan por episodios breves de despertar que no produce una alteración del nivel de vigilia diurno. Es decir no afecta el nivel de productividad en las actividades del día a día. Las pesadillas pertenecen a un trastorno del sueño llamado parasonmia que son alteraciones diversas más recurrentes en la infancia y adolescencia que pueden persistir en la edad adulta. Estas provocan terror, miedo o angustia y se dan en la etapa de sueño REM (Rapid Eye Movement) que se caracteriza por la perdida del tono muscular y movimientos oculares rápidos que ocurre en la fase del sueño profundo.
Causas normales de pesadillas ocasionales en los niños.
Ver películas de terror. Los niños pequeños están en una etapa de conocer y experimentar. En edades tempranas, ellos desconocen lo que son los efectos especiales, las caracterizaciones, la existencia de escritores que hacen historias o no saben que los monstruos son seres mitológicos y de ficción que solo salen en medios digitales o impresos. Por lo tanto, al no estar relacionados con ello, les causa miedo y pensamientos que no pueden sacar rápidamente de su cabeza sobre todo si nadie les explica que es lo que está pasando y por supuesto llevarlo a la etapa del sueño.
Leer o escuchar historias de miedo. Es común que está actividad se haga en la oscuridad con ayuda de ruidos raros y repentinos que asustan a los niños, interiorizando que en la oscuridad hay seres extraños y fantasmas que les pueden ocasionar daño. Cuando es la hora de dormir, lo normal es hacerlo con las luces apagadas y en vez de ser algo para relajar, se convierte en un detonante para tener pesadillas debido a todas esas historias.
Cambios importantes como asistir a un nuevo colegio o cambio de residencia. En este caso, lo más normal sería tener pesadillas antes de que ocurra el evento o en las primeras semanas después del cambio y posteriormente las pesadillas cesen.
Las pesadillas ocasionales pueden darse en cualquier momento y pueden ser de cualquier tipo, por ejemplo:
Si duermes en una cama alta por primera vez quizá sueñes que estas durmiendo en un árbol o que te caes de la cama y despertar bruscamente con mucho miedo.
Si estás en una nueva casa, quizá tengas pesadillas de que algún ladrón entra y hace daño a la familia. Esto podría deberse a que la dinámica y los espacios no se tienen controlados aún.

Reprobar o suspender una materia escolar, puede generar pesadillas como la expulsión del colegio, soñar que nadie nos acepta y un sin fin de ideas más, incluso llevarlos a la adultez a lo largo de los años con la misma pesadilla.
Incluso puede ocurrir que se hayan tenido experiencias intensas durante el día que no se llegan a interiorizar del todo y que por medio de las pesadillas ayudan al cerebro a procesar todo lo acontecido.
Sin embargo, existen otras causas con un nivel mayor de carga negativa que también pueden ser las responsables de pesadillas frecuentes por un largo periodo de tiempo, que deben ser valoradas y tratadas por un especialista para descartar un trastorno.
Separación de los padres.
Fallecimiento de alguno de los padres.
Bullying.
Abuso sexual.
Causas de pesadillas en los adultos.
Estrés
Algunos medicamentos.
Consumo de alcohol.
Consumo de drogas.
Ansiedad
Problemas laborales.
Preocupaciones familiares y económicas.
Enfermedades diversas como el cáncer que predispongan al paciente a no quitar de sus pensamientos un desenlace fatal.
Eventos traumáticos. La perdida de un ser amado o un accidente.
Tratamiento
Todo va a depender del tipo de causa, en el caso de los niños no ver películas de terror justo antes de dormir, tener una buena higiene del sueño procurando dormir a la misma hora. Por otro lado, no comer de forma abundante, este último hace que el metabolismo siga activo durante las horas de sueño y no poder descansar adecuadamente, ya que el intestino y el cerebro están en comunicación. El sistema nervioso central está en interacción permanente con el tubo digestivo.

Cuando se trata de pesadillas recurrentes por causas mayores como el estrés, ansiedad o eventos traumáticos, es posible que se deba llevar un tratamiento multidisciplinario, es decir, la intervención de varios especialistas tales como el psicólogo, psiquiatra, neurólogo o cualquier otro que se requiera. Esto se debe a que si se necesita de algún fármaco, un médico es el único que puede emitir una receta o bien es aquel que puede dar una orden para realizar algún estudio de gabinete como una resonancia magnética, tomografía entre otros, con su debida interpretación que ayude al psicólogo a ver que áreas del cerebro pueden estar causando un conflicto y ver que tipo de terapia es la más adecuada.
En el caso de que no sea una causa médica, el psicólogo puede ayudar con técnicas de relajación muscular progresiva o terapia de ensayo en imaginación, que consiste en cambiar el final de la pesadilla que recuerdas mientras estás despierto, esto con el objetivo de que ya no sea una amenaza.
O bien, una terapia de sensibilización sistémica, que son estímulos estresantes a través de imágenes visuales a las que el paciente teme y vaya especificando la mayor cantidad de detalles. El objetivo de está terapia es romper el vínculo entre la imagen estresora y la respuesta de ansiedad para que se pueda aprender una nueva asociación, lo que antes provocaba miedo, ahora queda conectado a un estado de tranquilidad.
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Haydeé Acosta
Psicóloga en formación
Mamá embajadora de Mundo Unicornio
